El pasado 26 de mayo fallecían en Egipto 29 personas y quedaban 25 heridos, incluyendo niños, en el ataque a un autobús en el que viajaban cristianos coptos.
Los adventistas del séptimo día en Egipto y en todo el Oriente Medio y el Norte de África siguen consternados por las víctimas inocentes del atroz y cobarde ataque terrorista que tuvo lugar el 26 de mayo de 2017 en un autobús que viajaba a un monasterio en Minya. Al menos 29 personas murieron y más de 25 resultaron heridas, incluyendo niños.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Egipto ha querido expresar sus más profundas condolencias, y su cariño, a las familias de las víctimas coptas cristianas, y decirles que estarán orando por ellos.
“La Iglesia Adventista condena enérgicamente el ataque terrorista en Egipto y la violencia en todas sus formas“, -dijo Kleyton Feitosa-, presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Egipto y Sudán. “La Iglesia Adventista extiende hacia cada uno de ellos sus fervientes oraciones y apoyo espiritual. Que nuestro Dios de paz y misericordia nos conceda protección y amor los unos por los otros” -dijo-.
Lamentablemente, éste es el tercer gran ataque contra los cristianos coptos egipcios en menos de dos meses. Los terroristas habían matado ya a 46 coptos en dos ataques, con bombas explosionadas durante sus servicios religiosos, en las ciudades norteñas de Alejandría y Tanta, el pasado 9 de abril.
“Ataques como estos no destruirán a Egipto, ni crearán divisiones entre los principales grupos religiosos“, -advirtió Feitosa-.
Los líderes adventistas en el territorio de Oriente Medio y Norte de África han realizado un llamado de oración a los miembros de la Iglesia Adventista mundial. Oraciones por las familias de aquellos que perdieron la vida, y por una recuperación completa de los heridos.
Rick McEdward, presidente de la sede de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Oriente Medio y el Norte de África, también expresó sus condolencias a las familias y al pueblo de Egipto: “Es en momentos como este que necesitamos sostenernos unos a otros en oración y servicio mutuo. Este mundo está terriblemente roto y pedimos el toque de Jesús para las familias que han sido afectadas por este trágico acto de violencia“, -dijo McEdward-. “Este nuevo ataque es otro recordatorio de nuestra gran esperanza en el pronto regreso de Cristo para llevar a Sus hijos a su hogar eterno, donde la paz permanecerá para siempre“.
Info: Adventist News Network
Foto: Getty Images