Con más de tres años preocupados y ocupados en dar mejor calidad de vida a niños en condiciones terminales de salud, “Voces por un mundo mejor” sigue creciendo en pro de ofrecer sonrisas a aquellos, que sin mucho esfuerzo, ofrecen las más grandes y hermosas expresiones, a pesar de su condición.
La fundación Voces por un Mundo Mejor, data sus inicios como grupo misionero Unacenses, en el año 2012, con la participación de 12 jóvenes estudiantes de esta institución que dedicaron su tiempo a enseñar cantos, historias, valores y a entretener a niños y niñas con cáncer, por medio de títeres muy especiales, que con tres años de haber iniciado este proyecto, ya han recorrido más de 50 lugares por todo el país, ejerciendo esta noble labor.
“Puedo decir que no hay satisfacción más grande, que la de ver a un niño sonreír, más aún a uno que esté en condiciones delicadas de salud. Muchas veces vamos a estos lugares con el objetivo de fortalecer a los niños y a los padres que se encuentran en situaciones lamentables, pero es uno el que termina fortalecido al ver que a pesar de las condiciones, situaciones, ellos siempre tienen una buena actitud ante la vida” así lo expresó el líder del grupo, estudiante del octavo semestre de Administración de Empresas de esta institución, Juan Camilo Peña.
Unas de las experiencias más significativas para este grupo de misioneros, fue la de Vanessa, una pequeña de 5 años que tenía cáncer de pulmón, y ya había sido desahuciada por los médicos, por lo que ya no estaba en una clínica o centro de cuidados paliativos, sino en casa junto a sus padres. “la primera vez que llegamos a la casa todos quedamos como en shock, era un caso impactante, pero hicimos nuestra labor: cantamos, le contamos historias y la hacíamos sonreír. Poco a poco vimos como Vanessa mostraba una mejoría; ya conocía los cantos, estaba más animada y nos llamaba “sus amigos”; todos los viernes un grupo de nosotros iba a su casa, hasta que un día fuimos avisados de que Vanessa había fallecido. Fue muy duro para nosotros pues fue uno de nuestros primeros casos. Cuando llegamos con el grupo al velorio de Vanessa, la madre se nos acercó y nos agradeció por haberle dado una mejor calidad de vida a su hija. Fue en ese momento que confirmamos que estábamos en el lugar correcto y para lo cual queríamos dedicarnos” contó Peña.
Sin embargo, la labor realizada por este grupo no sólo se centra en los pequeños, sino también en sus padres. En cada visita que “Voces por un Mundo Mejor” realiza, los padres son llevados a otra sala, donde son reconfortados, brindándoles esperanza y gozo, a pesar de la situación en la que están atravesando. La mayoría de las veces, un pastor o funcionario de esta casa de estudios acompaña al grupo a sus visitas programadas, y este el encargado de fortalecer a los padres.
Luego de dos años trabajando específicamente con niños con cáncer, el grupo recibe una invitación para atender el área de oncología infantil de la Clínica SaludCoop, ubicada en Medellín, por lo cual el pasado viernes 16 de octubre del año en curso, 8 jóvenes de los 12 miembros del grupo, realizaron diferentes actividades para los 50 niños y niñas que actualmente se encuentran en la clínica, donde con una obra especial con títeres llamada “La Flor de la Honestidad”, se le impartió a los más pequeños la importancia de hablar con la verdad y cómo aplicarlo con sus padres, compañeros, profesores.
Posteriormente fue realizada una actividad lúdica, donde los pequeños debían plasmar lo que habían entendido de la obra, usando materiales como témpera, acuarela, plastilina, palos de pincho, papel reciclable, entre otros. Mientras esto ocurría, los padres fueron ubicados en una sala contigua, donde se les habló de la esperanza que caracteriza a la Iglesia Adventista del Séptimo Día: el pronto regreso de Jesús, quien llevará a sus hijos a una tierra nueva donde no habrá más llanto, ni dolor, ni enfermedades. “Gracias a Dios los padres quedaron muy interesados en lo que hablamos con ellos. Algunos solicitaron estudiar la biblia con nosotros, otros nos pidieron que oráramos por ellos y otros que quieren que los sigamos visitando” expresó Peña.
Ante el trabajo realizado por estos jóvenes en la Clínica SaludCoop, los directivos de la misma solicitaron los servicios de “Voces por un Mundo Mejor” con el fin de que las visitas fueran periódicas. “Liliana…., encargada del área de Oncología, nos comentó que estaba contenta con nuestro trabajo. La idea es ir más seguido a la clínica; nos darán 15 minutos por habitación para así brindar una atención más personalizada a los niños y a sus padres. Algunas veces haremos actividades generales, pero lo importantes es hacer el seguimiento y acompañamiento de estas familias”.
Juan Camilo Peña, líder del grupo misionero, comentó estar contento por este nuevo logro “no fue fácil abrirnos campo en el área de la oncología, son niños delicados, requieren un cuidado especial y trato más especial aún, pero es satisfactorio saber que nuestro esfuerzo está dando resultados; nos estamos dando a conocer y nos está siendo permitido que otros niños puedan sonreír con nosotros”.
En el área de los cuidados y atenciones, los jóvenes miembros de “Voces por un Mundo Mejor” han sido capacitados en diferentes áreas del cuidado oncológico por parte de docentes de esta casa de estudios, entre los que se menciona a la Coordinadora del Programa de Enfermería, Olga Liliana Mejía, y Fabián Valencia, uno de los médicos docentes de esta institución, quien actualmente cumple funciones como misionero en el Medio Oriente. Sin embargo, Peña comentó estar en busca de cursos certificados en los mismos temas “queremos que los lugares que nos inviten estén seguros de la responsabilidad y compromiso que tenemos en esta labor. Ya nos hemos venido capacitando pero nos son capacitaciones certificadas. Gracias a Dios, ya nos encontramos en trámites para un curso certificado por parte de la Alcaldía”.
Por otro lado, la UNAC se ha mostrado receptiva a las actividades realizadas por este grupo misionero, facilitando las instalaciones de la institución para el desarrollo de diversas actividades donde los niños con sus familias han hecho uso del campus, del restaurante universitario, así como de sus docentes y personal administrativo para el acompañamiento de estos jóvenes.
El tema de la misión Unacense, es otro de los aspectos positivos que ha impactado en los jóvenes ha realizar labores como estas, incentivándolos a servir y ayudar a aquellos que más lo necesitan “Nosotros sentimos que estamos trabajando en base a la misión que se nos ha enseñado en esta universidad. Nuestro grupo está conformado por estudiantes y egresados de diferentes programas de esta universidad, aquí podemos ver que la misión nos ha permeado a todos, sin excepción” comentó Peña, quien agregó “somos las manos, los ojos y los pies de Jesús en este mundo, es por eso que yo hoy los invito, a hacer uso de los talentos que Dios te dio para usarlos dando esperanza y alegría en un mundo donde sobreabunda el dolor y las necesidades”.
Fuente: UNAC