El macabro asesinato tuvo lugar la noche del 17 de septiembre en el pueblo de Aïssa Harde, al extremo norte de Camerún. El pueblo se encuentra hoy completamente desolado y abandonado.
Según el testimonio del pastor Richard Hendjena, responsable de la Iglesia Adventista del Séptimo Día al Norte de Camerún, “hombres fuertemente armados invadieron el pueblo de Aïssa Harde, localizado a 11 kilómetros al Este de Mora, ciudad capital del distrito de Mayo Sava en la región Norte de Camerún. Eran sobre las 11 de la noche según el testimonio de algunos testigos. Estos hombres sin identificar entraron a la fuerza en varias casas y mataron a 9 personas, incluyendo a 7 Adventistas del Séptimo Día. Muchas instalaciones fueron quemadas causando también daños materiales muy importantes.”
La matanza que aún no ha sido reivindicada podría corresponder a una acción de la secta islámica Boko Haram que está haciendo estas sangrientas incursiones durante meses en el área de la frontera Norte de Camerún, y entre Chad y Nigeria. Hace apenas una semana que el atentado suicida sacudió las localidades vecinas de Kolofata y Kerawa. La secta de Boko Haram usa diferentes estrategias desde que una coalición entre las fuerzas armadas de Camerún y Chad infligieron graves daños en sus filas.
En Julio de 2015, Camerún registró su primeros ataques terroristas en su propio territorio con los ataques de Fotokol y Maroua. Esta nueva agresión de un pacífico pueblo no es el primer acto terrorista de estos fanáticos que claman la desaparición de la educación occidental.
El pastor Hendjena dijo tras los asesinatos: “muchas familias también han abandonado el pueblo, dejando un pueblo abandonado angustiado por el pánico y la psicosis. Es la primera vez que la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha visto un desastre de este tipo al perder un número de sus miembros desde que Boko Haram comenzó sus abusos en la zona Norte de Camerún.” El abandono de los pueblos ha sido el causante del cese inmediato de la actividad de las iglesias ubicadas allí. La población se tiene que desplazar en una estación muy lluviosa normalmente marcada por la hambruna.
Por este motivo es importante que se ofrezca apoyo concreto y definido a las poblaciones sufrientes en el Norte de Camerún. Obviamente, nos hemos hecho eco del grito de auxilio del pastor Hendjena: “os rogamos que penséis en estos hermanos de Aïssa Harde y otras localidades en vuestras oraciones. No es fácil vivir en un clima de inseguridad tan grande.”
Por: Abraham BAKARI/CMUM Communication Director. Foto: Facebook.